Dear readers,
Lights and shadows are those that appear in our immediate future. We have to get used to living in an extremely changing world. What is valid for today does not work for tomorrow and vice versa. Therefore, companies and businesses have to be extremely flexible and resilient. Are the mega structures over? Well, I would say that future companies will operate on a much smaller footprint accompanied by fast, efficient, flexible and resilient satellite structures. The impressive 5G-based communications network and the possibilities of intelligent structures using the Internet of Things (IoT) will help us a lot to shape new business structures. The important thing is that the satellite structures will have a life of their own and will be able to make decisions about how to do business, always within the framework defined by the main structure.
We all know how difficult it is today to change or introduce a new idea in even a medium-sized company. The cost of the opportunity not carried out, weighs like a slab on many structures that define themselves as agile above the market average. How many times have we seen a project delayed "sine die" because the IT department could not make the necessary changes at the right time?
I have seen in my life many projects truncated by the "clumsiness" of many business structures. Too many good ideas are left in the drawers because the "inertia" of organizations and the slowness of business structures do not have the time and means for their analysis. The cost of the unrealized opportunity is too important not to make a serious reflection on our commitment to the future.
The Coronavirus (COVID-19) has brought many frustrations from the economic point of view, but also opportunities for the future. Opportunities different from what we were used to, it is true, but they are still opportunities. Sales "online" have exploded and everything that surrounds them as well. We notice it in the day to day with the increase in the traffic of vans carrying packages from one place to another in the big cities or from the cities to the countryside and vice versa. Endless new logistics companies appear on every corner. Large companies were already used to this dynamic, the important thing, the change is that now "all businesses" large or small use similar means to sell and distribute their products.
Not to mention workplaces, offices and everything that working from home is going to entail! Are large offices overflowing with employees gone? Well, it may be that if more employees work from home it is not necessary to have so many workplaces in a central office! So what do we do with the billions invested in gleaming offices to make them empty? Well on the other hand we will reduce traffic and pollution! Yes sir, perfect, and what do we do with the cars? Do we have them standing in the garages for the weekend? Too expensive! For that I am going to rent one and save myself all the expenses that an own car entails.
And so we have to rethink many of the habits, ways of doing, ways of working, ways of relating and, ultimately, ways of living. After COVID-19 nothing will be the same as before, but the future opportunities and expectations are exciting for all those who are not afraid of change, evolution, innovation and the desire to live in peace looking for a better world.
Sincerely,
Estimados lectores,
Luces y sombras son las que se presentan en nuestro futuro inmediato. Tenemos que acostumbrarnos a vivir en un mundo extremadamente cambiante. Lo que vale para hoy no sirve para mañana y viceversa. Por eso, las empresas y los negocios tienen que ser extremadamente flexibles y resilientes. ¿Se han acabado las mega estructuras? Bueno, yo diría que las empresas futuras funcionarán en base a una estructura mucho más reducida acompañada de estructuras satélites rápidas, eficaces, flexibles y resilientes. La impresionante red de comunicaciones basadas en 5G y las posibilidades de estructuras inteligentes utilizando el internet de las cosas (IoT) nos van a ayudar mucho a darle forma a nuevas estructuras empresariales. Lo importante es que las estructuras satélites tendrán vida propia y podrán tomar decisiones sobre la forma de hacer los negocios siempre dentro del marco definido por la estructura principal.
Todos sabemos lo difícil que es hoy en día cambiar o introducir una nueva idea en una empresa incluso de tipo mediano. El coste de la oportunidad no llevada a término, pesa como una losa en muchas estructuras que se definen así mismas como ágiles sobre la media del mercado. ¿Cuántas veces hemos visto retrasar "sine die" un proyecto porque el departamento de informática no podía realizar los cambios necesarios en el momento adecuado?
He visto en mi vida muchos proyectos truncados por la "torpeza" de muchas estructuras empresariales. Demasiadas buenas ideas se quedan en los cajones porque la "inercia" de las organizaciones y la lentitud de las estructuras empresariales no disponen de tiempo y medios para su análisis. El coste de la oportunidad no realizada es demasiado importante como para no hacer una reflexión seria de nuestra apuesta de futuro.
El Coronavirus (COVID-19) ha traído desde el punto de vista económico muchas frustraciones, pero también oportunidades para el futuro. Oportunidades diferentes a las que estábamos acostumbrados, es cierto, pero no dejan de ser oportunidades. Las ventas "on line" se han disparado y todo lo que les rodea también. Lo notamos en el día a día con el aumento en el tráfico de furgonetas llevando paquetería de un lado para otro en las grandes ciudades o de las ciudades al campo y viceversa. Un sinfín de empresas nuevas de logística aparecen en cada esquina. Las grandes empresas ya estaban acostumbradas a esta dinámica, lo importante, el cambio es que ahora "todos los negocios" grandes o pequeños utilizan medios similares para vender y distribuir sus productos.
¡Por no hablar de los lugares de trabajo, las oficinas y todo lo que va a conllevar el trabajo desde casa! ¿Se han acabado las grandes oficinas repletas de empleados? ¡Pues puede ser que si más empleados trabajan desde casa no haga falta tener tantos lugares de trabajo en una oficina central! ¿Qué hacemos entonces con los miles de millones invertidos en oficinas relucientes para que estén vacías? ¡Bueno por otro lado reduciremos el tráfico y la contaminación! Si señor, perfecto, ¿y qué hacemos con los coches? ¿Los tenemos parados en los garajes para el fin de semana? ¡Demasiado caro! Para eso voy a alquilar uno y me ahorro todos los gastos que supone un coche propio.
Y así nos tenemos que replantear muchos de los hábitos, formas de hacer, formas de trabajar, formas de relacionarnos y, en definitiva, formas de vivir. Después del COVID-19 nada volverá a ser como antes, pero las oportunidades de futuro y las expectativas son apasionantes para todos aquellos que no temen al cambio, a la evolución, a la innovación y a los deseos de vivir en paz buscando un mundo mejor.
Sinceramente,
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Thanks
Muchas gracias.
José Carlos Álvarez Tobar, PADE IESE